lunes, 30 de mayo de 2011

"El amor a dos bancos de distancia"

Todos los días la veo sentada tan cerca y tan lejos a la vez. Creo que esa es la frase más gastada del mundo pero eso no quiere decir que deje de ser verdad. Examino cada detalle, la forma en que su sonrisa ilumina cada mañana, como su cabello cae en forma de bucles en las puntas y ella juega con ellos cuando está aburrida en la clase de matemáticas. 
La veo y pienso que debería entablar conversaciones más profundas, que no tengan que ver con preguntar si ha hecho la tarea. Uno de los peores amores es el que está escondido, y el mío lleva guardado demasiado tiempo. ¿Será que algún día me decidiré a decirle todo? ¿Cómo se lo diría? Tal vez comenzaría con decir que mi corazón se acelera cada vez que la veo, que creo que tiene la visión más hermosa del mundo, que es bondadosa y que odiaría a quienquiera que la lastimara. Tal vez le escribiría una carta, un poema, una canción dedicados a sus ojos, a su suave piel. 
El timbre suena y de nuevo no he caído en la cuenta que el tiempo ha pasado, que ella se levanta y se va, dejando el viento, la ausencia en reemplazo, dejándome con otro sueño roto y otra oportunidad perdida.


Así que, ¿qué les parece el microrelato? Me vino la idea hoy estudiando metalografía para mi examen de taller, sí ya sé, seguro dirán "????" bueno es una materia más de las que estudio que puedo decir, me era difícil concentrarme así que empecé a imaginar lo que sería que alguien me estuviera viendo de esta manera, como si realmente estuviera enamorado, ilusionado, completamente atontado... sería bonito para variar. Así me voy con suspiros ilusionados, como siempre con la esperanza aumentanda y mi corazón recuperado.

sábado, 21 de mayo de 2011

Delirio Número 2

Se sentía destrozado, cada página que pasaba era como verla a través de un vidrio y no poder consolarla. Todo era tan trasparente tan real pero a la vez se sentía ficción. Él no podía creer que aquel diario cayera justamente en sus manos. Pobre chica, ¿por qué le importaba tanto?
No quería creer que de verdad sintiera algo por alguien que nunca había visto, por alguien que ni conocía, aunque con lo que sabía se podría decir que la conocía quizás mejor que todos aquellos que la rodeaban.
Casi podía imaginarla llorando, sus lágrimas cayendo, y  le dominaba la furia, la impotencia, no poder ayudarla.  Dominado por la ira tomó el diario y lo arrojó, este cayó con un estrépito al piso y quedó abierto. Se estaba preguntando porque rayos hizo eso, pero le llamó la atención lo que vio después.
La página estaba pintada de roja, y rezaba:
Para aquel amor imaginario.
Para el príncipe que nunca vendrá
El hombre ahora sin rostro
Que se oculta en las sombras
Que curará las heridas
Que me hará olvidar
Que por fin me salvará.
Para ese amor que en realidad no existe
Que todos creen conocer pero nadie sabe explicar
Un corazón roto no se puede sanar
Y yo sé que la zapatilla no me quedará
Que los sueños de un baile se irán
Canciones han sido escritas al amor
Esta es mi contribución
Al amor que no existe
A ese amor le escribo yo.

Uno de esos divagues que a veces se convierten en historia... que cuando no sé qué hacer invento historias... historias verdaderas, historias sin final... pero historias

sábado, 14 de mayo de 2011

El lobo y Yo

Hace tiempo no escribo y lo siento, ha sido una locura con el colegio, tareas, exámenes, trabajos, decisiones, y trabajar en mis relaciones interpersonales. 
Fantasmas del pasado siguen atormentándome, persiguiéndome con recuerdos que preferería dejar atrás, razones, explicaciones que no quisiera dar, que de nada sirven ya para cambiar lo que pasó.
Incongruencias, tonterías, sandeces son las que me siguen todos los días, una palabra, un roce que derrama electricidad, confuden mi mente y me derriten como el metal de punto de fusión más bajo en una aleación.
El lobo continúa asechándome, me juzga, me perturba, me conmueve, me preocupa, y en lugar de transformarse él con cada luna llena, soy yo la que saca a relucir lo peor de mí, me crecen garras en forma de palabras y lo lastimo, sólo para arrepentirme luego de lo dicho. 
El lobo que a veces se disfraza de Príncipe, abusa de su poder de conocerme, juega conmigo a su antojo y yo soy la pobre chica que todo se lo cree, que todo lo compra, que cree en los cambios, que cree y lo único que consigue al final es desilusionarse.
Por otro lado, la distancia me duele, la única persona que me hace felíz, está lejos... y existen noches en que  no soporto estar lejos, en que pienso que una mirada de lejos aliviaría todo, que atisbarle en la multitud sería suficiente. 
En fin dicen que la esperanza es lo último que se pierde y yo soy la mezcla perfecta entre rojo y verde... pasión y esperanza... Así que esta pelirroja esperanzada se despide, esperando que los días para que termine el colegio pasen despacio para disfrutar con mis amigos, que el lobo aprenda la lección y me deje en paz, y que alguna vez pueda ver al chico que me hace felíz...