Otro día que va...

Hoy más que nunca comprendo esa frase que dice "Gracias a Dios es viernes" porque la verdad esta fue la semana más pesada que he tenido en mi vida. La carga horaria de mi colegio es la peor de toda la vida, por si fuera poco este es el último año de colegio y la nostalgia se apoderó completamente de mí.

Sin saber que hacer con mis problemas de nuevo los estoy ignorando, queriendo sentir más que pensar pero siempre fallando, porque termino pensando demasiado y olvidando como sentir.

Quiero comprender ¿por qué mi corazón siempre anhela? Me ilusiono con personas que no debería, siempre ha sido así, y todas las historias terminan igual, alguien que me rompe el corazón y tengo que buscar la manera de juntar de nuevo las piezas.

Con mis millones de sueños en la palma de la mano, entiendo que no siempre se puede conseguir todo y que aquel chico que me rompió el corazón, por más que haya hecho eso, sigue siendo una buena persona(aunque duela admitirlo, claro está), tendrá sus momentos de egoísmo y delirios narcisistas pero sigue siendo un buen muchacho.

Y llegó a la conclusión de que no tengo remedio, van días sin una sola palabra de quien me hacía sonreír, y la vida cada vez me demuestra que al parecer siempre soy la segunda opción de todo el mundo.

Me despido deseando por una vez ser la única chica en la vida de alguien, sin dudas ni confusiones.