sábado, 14 de mayo de 2011

El lobo y Yo

Hace tiempo no escribo y lo siento, ha sido una locura con el colegio, tareas, exámenes, trabajos, decisiones, y trabajar en mis relaciones interpersonales. 
Fantasmas del pasado siguen atormentándome, persiguiéndome con recuerdos que preferería dejar atrás, razones, explicaciones que no quisiera dar, que de nada sirven ya para cambiar lo que pasó.
Incongruencias, tonterías, sandeces son las que me siguen todos los días, una palabra, un roce que derrama electricidad, confuden mi mente y me derriten como el metal de punto de fusión más bajo en una aleación.
El lobo continúa asechándome, me juzga, me perturba, me conmueve, me preocupa, y en lugar de transformarse él con cada luna llena, soy yo la que saca a relucir lo peor de mí, me crecen garras en forma de palabras y lo lastimo, sólo para arrepentirme luego de lo dicho. 
El lobo que a veces se disfraza de Príncipe, abusa de su poder de conocerme, juega conmigo a su antojo y yo soy la pobre chica que todo se lo cree, que todo lo compra, que cree en los cambios, que cree y lo único que consigue al final es desilusionarse.
Por otro lado, la distancia me duele, la única persona que me hace felíz, está lejos... y existen noches en que  no soporto estar lejos, en que pienso que una mirada de lejos aliviaría todo, que atisbarle en la multitud sería suficiente. 
En fin dicen que la esperanza es lo último que se pierde y yo soy la mezcla perfecta entre rojo y verde... pasión y esperanza... Así que esta pelirroja esperanzada se despide, esperando que los días para que termine el colegio pasen despacio para disfrutar con mis amigos, que el lobo aprenda la lección y me deje en paz, y que alguna vez pueda ver al chico que me hace felíz...

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